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{2009/11/18}   20-N, Cuatro derrotas

20-N, Cuatro derrotas

Este viernes es 20 de Noviembre y nuevamente como cada año se recordarán especialmente la muerte de Francisco Franco y los asesinatos de Santi Brouard y Josu Muguruza. Serán menos probablemente quienes recuerden que tal día caía por impacto de bala en circunstancias más que extrañas en el frente de Madrid en 1936 Buenaventura Durruti, y afortunadamente menos aún, quienes recordarán que ese mismo día era ejecutado en Alacant el fascista Jose Antonio Primo de Rivera. Una celebración y cuatro derrotas.

Derrotas si. Porque hace gracia que haya quienes celebran la muerte de Franco (primera derrota), cuando fue la mayor humillación que se ha podido tener al respecto en el Estado Español. Pues ese hombre no cayó en el frente, no cayó humillado, no falleció juzgado. No. Murió de viejo, en la cama de un hospital tras una lenta agonía consecuencia de la edad, sin ser condenado y dejando detrás suyo un sistema que, no nos mientan, sigue vigente en su espíritu a día de hoy (Yo soy de quienes le dan la razón a los herederos políticos del régimen cuando pretenden llamarse “demócratas de toda la vida”. Es cierto, lo son. Sus abuelos, padres o ellos mismos apoyaban la llamada “democracia orgánica” de Franco). Prueba de ello es la persecución política, represiva, policial de la disidencia, cuyo acelerador se ha pisado en esta década que agoniza; la innombrable consejera de Educación Isabel Celaá puede decir libremente sin avergonzarse cuando se carga una de las escasas iniciativas de fomentar el euskera en la educación que “ofendía y hería al 80% de la sociedad vasca que tiene al castellano como lengua materna y la siente”, y fumarse un puro. Hace falta ser sinvergüenza. Señora consejera, ¿quiere que le recordemos por qué son tantos quienes tienen el castellano como lengua materna? Ahora que Antena 3 ha puesto de moda vaciando el contenido político que tenían las escuelas franquistas con ese programa llamado “Curso del 63”, ¿recuerda qué idiomas se podían cursar? ¿Existían asignaturas en Euskara, había asignatura de Euskara? ¿Qué trato tenían las alumnas que hablaban Euskara? ¿Dónde estaban las ikastolas? Este gobierno ilegitimo no tiene vergüenza. Dicen que quieren dejar enfrentamientos absurdos impulsados por los nacionalistas como el debate sobre el derecho a la autodeterminación, y nos encontramos que gracias a la trampa que crearon y que pusieron finalmente en práctica en las elecciones autonómicas (únicas donde aún no la habían utilizado), han pedido que la selección española pueda jugar aquí y que también corra por territorio de la CAV la Vuelta Ciclista. Curioso, yo pensaba que lo que decían que le interesaba a la ciudadanía era la crisis económica, no donde jueguen once burguesitos (A lo que puntualizo. Creo que nadie se niega a que la selección española venga a jugar aquí en competición amistosa u oficial… como equipo visitante. Y la Vuelta no pasa por aquí desde 1978 porque desde entonces, tras bomba de ETA en una etapa, la organización se ha negado a organizar ni un kilómetro en suelo vasco).

Este mismo sistema es el que provoca la tensión y la represión que ha llevado al enfrentamiento y la guerra sucia en el que fueron asesinados el 20 de Noviembre de 1984 en su consulta Santiago Brouard, y el 20 de Noviembre de 1989 en el Hotel Alcalá, cuando fue a recoger las actas de diputados junto a sus compañeros de Herri Batasuna, Josu Muguruza (segunda y tercera derrota). Este último lo recuerdo perfectamente, pues me levanté de la cama temprano para ir a la ikastola y cuando se dio la noticia en los informativos matutinos, mi aita estaba llorando. Como concejal que era, conocía a Josu, al igual que a otros militantes históricos, pues se había reunido muchas veces con ellos y trabajaba con ellos, y Josu no era una excepción. Llegamos a la ikastola y nuestro irakasle Gabi tampoco aparecía. Llegó tarde, muy tarde, y rompió a llorar en clase. Acababa de venir de llenar las paredes de carteles denunciando el asesinato de su amigo.

Tampoco hay que olvidar la cuarta derrota, la primera cronológicamente de las que se recuerdan este día de 20-N, producida hace 73 años. El 20-N de 1936 fallecía tras eternos momentos de agonía Buenaventura Durruti, herido de bala en el frente de Madrid en unas circunstancias que nunca han sido realmente esclarecidas.

Buenaventura Durruti fue un Revolucionario con mayúsculas. Luchador desde su juventud, pasó buena parte de su vida en la clandestinidad, en el exilio, y en el presidio por defender sus ideales, el de la creación de una nueva sociedad, surgida de las cenizas de la anterior, absolutamente igualitaria y sin dirigentes. Pues al fin y al cabo fue él quien dejó para la posteridad la maravillosa frase “Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones”.

Cuando los fascistas se sublevaron contra la Segunda República, él estaba en Barcelona y como muchos otros respondió a la agresión. No para defender la legalidad republicana que le encarceló y deportó por denunciar sus injusticias y sus medias tintas. Sino para impulsar la verdadera Revolución Social, que salió victoriosa en muchos territorios, especialmente en Barcelona, donde colectivizaron empresas y tierras, y en la que el mismo President de la Generalitat Lluis Companys (quien meses después durante los Hechos de Mayo de 1937 pediría que se atacara la capital catalana para aplacar la resistencia anarquista) llegó a ofrecer al mismo Durruti y a García Oliver su dimisión como claros defensores y vencedores de la batalla en la ciudad.

No tardaría Durruti en irse al frente, rumbo a Zaragoza, pues consideraba vital recuperarla para no tener aislado el norte peninsular que había vencido a la sublevación. En el camino, además de liberar pueblos vencidos, impulsó la instauración del Comunismo Libertario en los pueblos, decidiendo las asambleas locales la colectivización de los cultivos que llevaría a la posterior creación del Consejo General de Aragón. Así llegó a quince kilómetros de la capital maña, pero que no pudo llegar, algo que le corroería por dentro. Pues enseguida se encontró con la escasez de armas que necesitaba, pues el gobierno republicano temía a la revolución. Hizo todo lo posible por obtenerlas, recogiendo todas las que encontraba en el camino, bajando a la retaguardia a quitárselas a quienes las lucían donde no se necesitaban, se decía que llegó a registrar bolsillos buscando balas. Buscó internacionalmente quienes vendieran armamento en plena época de falsa No Intervención. Cuando encontró proveedores se dirigió tanto a la Generalitat como al Gobierno y ambos le esquivaron. Era incómodo, incluso para la propia CNT-FAI, que se encontraba en una cómoda situación de obtención de poder político y que tendría cuatro ministros proclamados días antes del fallecimiento de Buenaventura. Incómodo en el frente de Aragón, recibió orden de dirigirse al frente de Madrid, que en absoluto conocía y en donde no tenía ni respeto ni autoridad. Es así como muere en extrañas circunstancias, cuando se dirigió con su chofer a inspeccionar una retirada de combatientes de la primera línea, recibiendo el impacto mortal. La versión oficial dice que lo alcanzó una bala fascista. Otras versiones dicen que le disparó un combatiente en retirada, cuando le increpó Buenaventura su cobardía.

Cuatro derrotas de la amplísima colección de derrotas que tenemos. Pues somos al fin y al cabo los vencidos. Somos los campesinos alemanes que se enfrentaron a la Iglesia romana y al Emperador Carlos V, pero también a los príncipes luteranos y a los señores feudales. Somos los nativos americanos asesinados y expoliados por las avanzadas naciones y civilizaciones europeas (me duele compartir el apellido de un reconocido esclavista vasco). Somos las Seis Naciones Iroquesas a quienes los colonos robaron sus tierras. Somos los marineros de Krondstadt, sucumbidos por el Ejercito Rojo de Trotsky cuando pedían todo el poder para los verdaderos soviets. Somos lo makhnovistas ucranianos. Somos los anarquistas y comunistas que hicieron la Revolución Social en el Estado Español, el Consejo General de Aragón disuelto a tiros por Líster por orden de Negrín. Somos los húngaros de 1956. Somos los portugueses de 1974. Somos los derrotados de la historia. Y seguimos aquí, algunos más activos que otros (lamentablemente debo incluirme en este segundo apartado), cabezones, en estos tiempos que quieren llamar de fin de las ideologías y que lamentablemente la gente se lo cree, pues hay más apoliticismo que nunca (Lo pudimos comprobar en la última Feria del Libro de Ocasión de Bilbao, donde la única caseta con material exclusivamente político era la más esquivada de todas).

Somos los derrotados de la historia. Y seguimos aquí…



{2009/10/04}   Ongi Etorri Txabi

Ayer se hizo un recibimiento al ex preso del Casco Viejo bilbaíno Xabier Aretxaga Llona. Tras doce años en cautiverio el pasado 20 de Septiembre quedó en libertad y se le hizo un recibimiento el mismo día, pero el verdadero homenaje estaba por llegar.

El acto comenzó a las 19:30 con el saludo de los bertsolaris y la txalaparta y alboka. Allí me avisaron de que mi intervención debía ser en la calle Somera.

Txabi estuvo en Likiniano Elkartea antes de que lo llevaran a la cárcel y una vez libre los antiguos miembros de Likiniano tras debatir decidieron que hablaramos alguno de Gatazka Gunea. ¿Adivináis a quien le tocó?

A medida que avanzaba el tiempo me ponía cada vez más nervioso. Me imaginaba que me libraría el hecho de haberme escrito mi guión, pues de haberlo hecho espontaneamente se me habría olvidado la mitad.

Comenzó la kalejira. Consecuencia de los nuevos tiempos, como pretenden que la solidaridad sea delito, ahora hay que echar imaginación para las bienvenidas (y resto de actos). La kalejira debía coger desde Unamuno dirección a Barrenkalle, pero ni siquiera habíamos salido de la plaza cuando los chicos y las chicas de Rudolf hicieron acto de presencia. Requisaron las fotos de presos que llevaba la gente y fueron identificados indicanda a continuación que darían un minuto para disolver el acto.

Nos dividimos en grupos, pero poco a poco íbamos al siguiente punto de encuentro. El nuestro partía con ventaja, pues íbamos con el homenajeado, por lo que tendrían que esperarnos. Tras un despiste, llegamos al triángulo próximo a Barrenkalle (el que está enfrente del bar Ormaetxe), y ahí una dantzari le bailó el Aurresku y Arantza Urkaregi (la última presa liberada del barrio) le entregó la txapela.

De ahí volvimos a coger dirección al portal de Zamudio, para coger la calle Ronda y detenernos frente a las escaleras de Solokoetxe. Al tiempo que se daban unas frases de rigor, dos jóvenes desde lo alto de las escaleras encendieron dos bengalas sobre una gran pancarta que daba la bienvenida a Txabi. Allí se le dijo a Txabi que tal como hizo en Errondabide el día que llegó, debía pasarse por Zazpi Katu Gaztetxea a retirar su foto, por lo que a mitad de las escaleras estaba la siguiente parada.

No subimos todas, pero sí que fuimos un nutrido grupo las presentes. La gente de la asamblea hizo un bonito cuento con la libertad de Txabi, al tiempo que llegaban gritos de la calle. La muchachada de Rudolf venían hacia allí apresuradamente y, sin detener su alocución, la gente del Gaztetxe bloqueó totalmente la entrada al mismo.

Entretanto, viendo como estaba el percal, me dijeron que a continuación intervendría yo. Ya estaba que me subía por las paredes, algunas amigas me preguntaban “¿Qué tal?” y yo “Nerviosísimo”. Pensaban que era por lo de fuera, pero eso no me preocupaba en absoluto.

Presentado como miembro de Gatazka, me puse en medio e hice mi parte (íntegramente en euskara):

Como diría Fidel, seré breve, pues estas cosas me gustan tanto como a tí.

Recuerdo como cuando empecé a implicarme tanto en Likiniano como en DDT Banaketak, distribuyendo discos y libros por la Margen Izquierda, al recorrer el almacén veía un par de cajas a nombre de Txabi que me llamaban la atención.

El tiempo pasó y a medida que aumentaba mi participación observaba qDenbora igaro eta inplikazioan ue en Navidades recibíamos siempre unas preciosas postales escritas desde el presidio por Txabi y pregunté a mis compañeras quien era Txabi.

Pasan los años, la gente se va y gente nueva llega y aunque la presencia física de Txabi era lejana, siempre has estado con nosotros pues tus preciosas palabras llegaron a los más profundo de nosotros. Los miembros de Gatazka con el paso del tiempo queríamos responder sus cartas para que supiera quienes eramos las personas que personalmente no conocía. Así fue como respondí a su última carta en Navidad, la primera que escribía a quienes no pueden estar entre nosotras, a pesar de que anteriormente haya tenido más amistades dentro (alguna de ellas está ahora mismo aquí).

Pero ahí seguían las cajas, recordando que no estabas aquí, para poder intercambiar kirbos, revistas, aficiones, reflexiones, inquietudes y demás ocurrencias.

Tras doce años estas de nuevo con nosotras y tras aquel primer recibimiento pasaste por Gatazka a saludarnos a las presentes… y a destrozar las malditas cajas, siendo tetsigo de ello las fotos hechas.

Es la tuya la última caja rota, aún hay muchas cajas por desmenuzar y eso debemos tenerlo siempre en mente, nadier puede impedir que recordemos eso, pues son las personas que están detrás de cada caja las que queremos.

Porque todos debemos luchas en la cotidianidad por la independencia total, PRESOAK KALERA AMNISTIA OSOA!

Y a continuación le regalé un par de libros en nombre de Gatazka.

Haciendo de final, Txabi, diciendo que sería más breve que yo agradeció el acto a los presentes, llamando a la lucha diaria y recordando a los que siguen dentro.

Pero la cosa no acabó ahí. El cambio promovido por los mandatarios madrileños y su poder judicial (cambio que nada tiene que ver con la realidad; es suficiente observar que para obtener la mayoría parlamentaria debieron quitar una opción política de un plumazo; y que pese a obtener la mayoría parlamentario, solo viendo los resultados electorales, son más los abertzales que los seguidores de partidos de obediencia madrileña, pero gracias a nuestro sistema electoral sus votos valen más; pero bueno, que la verdad no empañe un bonito titular) ha traído dirigentes nuevos al Gobierno que lo único que han hecho en estos cinco meses es demostrar todas sus fobias. En lugar de buscar salidas reales al conflicto, han dado impulso a la represión y a la eliminación política y física (¿dónde está Jon Anza?). Quieren hacer de la solidaridad delito. Lo prohiben todo. Las mismas personas a las que se les llena la boca con frases de que respetan las decisiones judiciales, cuando no se les da la razón (como les ha ocurrido la semana pasada en Arrasate), derepente dicen no estar de acuerdo y que a partir de ahora enviarán todos sus informes a la Audiencia Nacional, pues ahí sí que les van a dar la razón. Tiene gracia que el mismo Rudolf que fue enjuiciado y tratado como villano a primeros de año por hablar con la izquierda abertzale es ahora el héroe de los “demócratas de toda la vida” (Tienen razón. Son demócratas de toda la vida, pues son los que vivían plácidamente con la Democracia orgánica que hubo hasta hace poco más de treinta años). Y ahora los chicos y chicas de Rudolf están más tranquilos, siguen haciendo el mismo trabajo que hacían antes, pero ahora tienen las manos más libres y pueden actuar con mayor impunidad si cabe.

Como ya he dicho, las cosas no acabaron allí. Mientras salíamos del gaztetxe tuvimos que bajar deprisa, pues por las escaleras estaban bajando endiabladamente los jóvenes litroneros que precedían a los de negro que bajaban más relajados.

Yo aquí dejé el tema, pues el mal rato de un minuto antes aún me pesaba (no me gusta hablar en público) y cogí rumbo a casa bajando por la orilla de la ría, mientras el resto iría más tarde si era posible a la cena festiva que le hacían al homenajeado.



Van pasando los días. Dicen que el lunes se cumplen los primeros cien días de la llegada de Francisco Lopez a Lehendakari.  Unos cuantos más han pasado desde el final de unas elecciones bastante más dudosas que de costumbre (lo siento, pero no es lo que entiendo por democracia elegir cada cuatro años a quienes van a tomar por mi decisiones vitales y que además no puedan ser revocables; si estuviesemos hablando de asambleas participativas ya sería otra cosa), en la que han querido darse una legitimidad que no tienen dejando a una parte importante de la población sin el derecho de elegir a quienes ellos quieran.

100 días desde que han pretendido convertir la solidaridad en delito, en los que vemos como los chicos y las chicas de Rudolph van quitando las fotos de los presos y otros muchos lemas de manera obsesiva (en las pasadas fiestas de Gasteiz anduvieron quitando pancartes de Askapena y otros colectivos).  Un trabajo en balde, pues son restituidos con más fotos y lemas. No se pueden poner puertas al cielo.

100 días en la que aseguran ser representantes de toda la ciudadanía y solo han demostrado sus obsesiones. Han dado pena con su batalla por el mapa metereológico, con el cual nos hemos reídos muchas, pues además de verse claramente los límites de Euskal Herria se ven otros muchos territorios que históricamente (por idioma, cultura, política) fueron parte de este pueblo, haciendo que muchos hayamos dicho que los socialistas reivindican la gran Euskal Herria, pues casi es Burdeos el único territorio que se les ha olvidado.

100 días en las que han demostrado que la cultura vasca no les llama la atención en exceso. Soy ateo convencido, pero nos ha llamado mucho la atención a algunos que por primera vez el bastón de mando que se entrega en Azpeitia el día de San Ignacio lo haya recogido la Lehendakari en funciones, pues el titular se encontraba de vacaciones…

100 días en los que el acoso policial y judicial no han cesado, cuyo trágico resultado tenemos la muerte de Remi Ayestaran y las continuas prohibiciones de movilizaciones reivindicativas en fiestas. Prohibieron la manifestación por la independencia en Donostia porque por un lado aseguran que provoca altercados. Es curioso, cuando en la última década larga el único año que ha habido altercados fue en 2005, precisamente la última vez que fue prohibida. Por otro lado la prohibieron diciendo que su convocante era una conocida militante de ogranizaciones ilegalizadas. Ya no hay ni derecho a convocar manifestaciones.

100 días en los que han intentado revolver las aguas en las diferentes fiestas populares. En Berriozar, por acuerdo municipal unánime, se decidió que el chupinazo lo lanza el representante de una de las fuerzas locales, turnándose año tras año según el apoyo electoral obtenido; este año le corresponde a ANV, y los partidos de obediencia madrileña quieren evitarlo a toda costa. O en Bilbo, donde existe una de las fiestas con modelo más participativo (pese a los intentos continuos del Ayuntamiento por cambiarlo), las comparsas de Bilbo por acuerdos que vienen de lejos deciden libremente quien es la chupinera, PP y PSOE han intentado revocarlo por ser la chupinera hermana de un preso. Esa misma presión es la que ha hecho que Polo haya recibido una amenza de muerte clara (una misiva con su foto y una bala).

Pero como siempre, las vascas hacemos frente a estos duros momentos como bien podemos. Incluso riéndonos.

Hace unos quince días alguien colgó en euskaltube y recientemente se ha hecho lo propio en Youtube un vídeo, con una de las más memorables escenas de la magnífica película El Hundimiento (en la que sale Hitler gritando a su Alto Mando cuando le informan de la p´roxima derrota en la guerra) con descacharrantes subtítulos en la que tras reivindicar la casi aniquilación de los vascos y no comprender como siguen luchando, acaba reconociendo el derecho a celebrar un referén dum por la autodeterminación.

Ahí va el vídeo, a ver quien puede aguantarse la risa:



et cetera