AbainGoardia











Norte Apache “Quilombo”

CD, 2011

Musikherria

 

Se acaba el 2011. Lo que para mí ha sido prácticamente un total annus horribilis pasa y espero que toque a su fin definitivo y que las cosas cambien radicalmente a partir de ahora, o de aquí a muy poco. Pero no todo es frustración o depresión. Sin ir muy lejos, musicalmente podríamos decir que la música vasca nos ha dejado muy buenos momentos, como la alegría personal de escuchar el nuevo trabajo de Izate. Willis Drummond nos ha dejado unos grandiosos Istanteak (instantes), que si no se quedan en la retina como las mejores del 2011, estarán entre ellas, y aún tendremos que esperar a que Lisabö tenga a bien permitirnos escuchar ese nuevo disco que han retirado temporalmente de circulación para ser reimpreso y poder deleitarnos con lo que presuponemos será otro glorioso momento (para la edición en vinilo aún tendremos que esperar nada menos que hasta febrero).

Pero hay otros cuantos discos no tan conocidos que, en caso de ser escuchados en lugar de las toneladas de basura que a diario emiten en las radiofórnulas (vascas), recibirían el reconocimiento que se merecen. Entre ellos destacaremos esta vez a la nueva generación que le ha dado un nuevo soplo al rap vasco, entre quienes destacamos bandas como FDLN y, especialmente, 121 Krew y Norte Apache.

Norte Apache tiene poco bagaje discográfico, tres de años nada más, pero tiene un recorrido mayor, pero en este trienio han publicado a razón de disco por año, el primero fue Hesiaren beste aldean (Al otro lado del a alambrada), la sesión en directo de un concierto en 2010 en París (que regalaban al comprarte su camiseta), y el actual Quilombo.

Quilombo es un pedazo de disco sobresaliente. Y punto. Con esta aseveración podría, como diría aquel, cerrar esta reseña y fumarme un puro. Pero es necesario decir algo para atraer a la gente a su escucha.

El álbum posee la perfecta combinación de lo que un disco de rap necesita: una potente y sólida base rítmica, que nos deleita con muy buenos momentos in crescendo, otros más relajados; y unas voces tan bien insertadas como compenetradas que nos deleitan con magníficas letras. Solo le pongo una única pega, y es que siendo dos MCs, la omnipresencia de uno de ellos es incluso exagerada, dejando al otro cantante, no ya en un segundo plano, sino más bien en un sexto. Se agradecería una mayor alternancia entre ambos. Y hasta ahí mi única reticencia.

La letras son brillantes. No encontramos por ninguna parte el discurso prepotente de muchos otros raperos, única y exclusivamente denuncia, “Gurea da geroa” (El futuro es nuestro) es un mensaje en clave positiva para la juventud represaliada y explotada; con la canción “Azal gorriak” (Pieles rojas), trayendo a la memoria el sufrimiento de los pueblos nativos americanos, llaman a la resistencia de los pueblos oprimidos de hoy día (incluyendo nuestros territorios vascos) y es uno de los temas más brillantes, donde la primera colaboración de la bertsolari Miren Amuriza, reivindicando esa no tan lejana conexión entre MCs y bertsolaris, es un punto a favor del tema, cuya melodiosa voz produce un efecto hipnótico que te deja la piel de gallina. “Fenix” podría pasar por el tema más poético. “Eskaera eta eskaintza” (La oferta y la demanda) es otro de los singles del álbum, hasta el punto de tener el honor de ser el tema que abre el exitoso recopilatorio Rap Herria publicado por la radio Info Zazpi Irratia, un grito contra el consumismo. “Alza tu voz”, único tema en castellano, es un mensaje solidario con el pueblo de Nicaragua y otras regiones latinoamericanas, donde hallamos la segunda colaboración de Miren Amuriza. “Ilargi bakarra” (Una única luna) es otro tema relajado, donde la penetrante voz de Aiora, vocalista de Zea Mays entra directa hasta el cerebelo. “Egiaren apologia” (Apología de la verdad) es una canción que comienza a mala ostia, con una de las declaraciones del cacique de Bilbao Iñaki Azkuna contra el demolido Gaztetxe de Kukutza (hace muy poco, este populista demagogo nos deleitaba con otra de sus declaraciones dirigidas a su público: “Me quedo hasta el final. Como el Séptimo de Caballería”. Como parece que a este hombre le van las comparaciones con asesinos colonialistas, yo desde aquí le deseo un destino similar al de los hombre de El Álamo), y en ella nos encontramos unos brillantes ritmos acompañados de la colaboración Endika, uno de los MCs de 121 Krew. “Nire aitaren etxea” (La casa de mi padre) es la única letra que no han compuesto, pues es la adaptación musical del famoso poema del mismo nombre del gran Gabriel Aresti. El disco se cierra con “AHTrik ez!” (No al TAV), el título lo dice todo. Este tema cierra la lista de colaboraciones con otro de los MCs de MAK.

¿Necesitáis aún más razones, después de los explicados y lo que habéis podido escuchar, para prestarle atención a este disco? Bueno, os daré dos razones más: la primera es que con este disco no sentiréis de que os están sacando los cuartos, como puede ocurrir con el disco “Haria” de Berri Txarrak (para quien no conozca el dato, que vaya a una tienda a preguntar por el precio del CD y/o del vinilo de Berri Txarrak), el disco de Norte Apache vale solo cinco euros. ¡¡¡Cinco miserables euros!!!

¿Otra razón? Si aún eres lo suficientemente rata para no soltar cinco euros, vete a su página y descárgatelo gratis: www.norte-apache.blogspot.com

Venga, va, id rápido a hacer caso del último consejo del año, que va a merecer la pena.



{2011/07/01}   Trumbo

Trumbo

CD, 2011

Autoproducción

 

De vez en cuando te llevas auténticas sorpresas escuchando discos, bien porque te decepcionan cuando esperabas mucho más, bien porque te entra directo al oído circulando como corriente eléctrica por toda la columna hasta los pies, o bien porque es de esos discos que no entran a la primera, pero que a base de escucharlo descubres un discazo en su conjunto. Con Trumbo he quedado extasiado casi desde la primera nota y aún sigo agitando lo que me queda de cabellera.

El grupo confiesa que con el nombre ha querido rendir homenaje a Dalton Trumbo (autor de la archiconocida obra antimilitarista Johnny cogió su fusil, y que él mismo se encargaría más de treinta años después de adaptar al cine). Trumbo no son unos recién llegados. En este trío encontraremos a músicos bastante escarmentados en estas lides, no en vano, Gorka, el bajista, tocó el mismo instrumento durante la trayectoria de Kashbad (salvo el lapso en el que fue preso político), Kanda ha tocado la guitarra en Neubat, Vicepresidentes y el grupo de Sorkun. Y Eneko toca la batería con Naüt.

Los ritmos de Trumbo tienen claras influencias del Stoner, esto es, melodías del tipo de Kyuss, Queens of the Stone Age, Master of Reality (lo mismo que hacían Neubat) y del doom, léase Pentagram, Black Sabbath, Cathedral… Rock enrevesado, de un sonido muy grave y más oscuro que un agujero negro el de los gasteiztarras. Del género Doom les distancia ligeramente esas melodías vocales (que son mínimamente reemplazadas por una voz gutural), que le dan un toque original y atractivo.

Hay que decir pese a las vueltas y revueltas y al oscurantismo del sonido, que es un disco directísimo. Los cuarenta minutos de álbum se pasan en un suspiro, bien por tener alguna canción que en algunos casos es casi un chiste (la melodía “Hemen gaude”, Estamos aquí, parece una broma para abrir los conciertos) o bien porque te encuentras dos canciones que más bien parecen una (me he quedado patidifuso viendo que los temas “Zizareak”, lombrices, y “Niágara” hacen casi once minutos, cuando a mi se me hace mucho más corto), diferenciadas poco más que por las letras. De estas hay que decir que destacan por ser casi tan apocalípticas, pesimistas y oscuras como la música que las embarga, salvando excepciones (“Ar usaina”, El olor a macho, es una brillante canción contra los machitos que van pavoneándose ante las mujeres).

Disco muy recomendable, pronto os diré que tal es el directo, pues tengo previsto ir esta noche a fiestas de Erratzu a verles tocar. El disco además es asequible, pues ronda los diez euros. Solo les faltaría un detalle: ¡sacarlo en vinilo!



Izate, “Gure negu hotzak”

CD, 2011

Autoproducción

Ya tenía ganas de escuchar este disco. He tenido que remover bastantes piedras para poder escucharlo y tenerlo, incluyendo el contacto con la propia banda, y debo agradecer a que ahora esté forjando el presente y el futuro en Ipar Euskal Herria, pues he tenido que ir hasta el Herri Ostatua de Ziburu para adquirirlo.

Izate es una interesantísima banda surgida en el Gaztetxe que comparten Ziburu y Donibane Lohizune, grupo con unos cuantos años a sus espaldas y que en 2006 publicó Diska de la mano del sello alternativo y colectivo Musikherria. Antes y especialmente después del mismo realizaron multitud de conciertos. Yo he tenido la ocasión de verlos al menos dos veces, un concierto que organicé en el aniversario de La Kelo Gaztetxe de Santurtzi en el que tocaron junto a Interlude e Inserta (en el que me quedé con el mal cuerpo de hacerles tocar los primeros viniendo desde lejos con poca gente debido a que uno de los miembros de Inserta, grupo que debía abrir el recital, llegó tarde por motivos laborales); y el concierto que dimos Pateando Porkeria con ellos en Xaia Ostatua de Pausu. Buenos conciertos, si bien fue mucho más grato el tener contacto personal con gente tan agradable como Fred, Bixente, Peio y Claire.

Cinco años más tarde vuelven a escena presentando Gure negu hotzak (“nuestros fríos inviernos”, aunque sin ser tan literales puede usarse una traducción más bonita como “nuestros crudos inviernos” y que es más acertada a lo que quieren decir) en estos tiempos que nos presentan como más cálidos. En el anterior encontrábamos bastantes canciones veloces y varios registros (aún más evidentes en el directo) que nos traían a la cabeza una referencia local un tanto ineludible al no haber muchas más alrededor: Kashbad. Y es que había fragmentos en los que recordaban a la última última época de la formación de Errenteria. En este disco en cambio abandonan en buena medida la velocidad, digamos que la sacrifican (salvo excepciones como “Agurra” canción con letra de la presa política vasca Carmen Gisasola y con la colaboración de Fernando, vocalista de El Corazón del Sapo, Kuraia y Estricalla, y “Gurea da”) dando mayor protagonismo a la melodía pura y dura. Hablamos de melodía tanto en unas guitarras tan claras como limpias en ocasiones como en la propia voz. Si en su anterior trabajo ya hizo una buena labor, en esta ocasión Claire nos trae una buena dosis de dulzura acompañada de una mayor dosis de fuerza, yendo desde la fragilidad de temas como el “Gure negu hotzak” que da título al disco, a la energía de fragmentos como el final de la sobresaliente “Ni naiz bestea”.

“Nigandik hurbil” (Cerca de mí) abre el disco. Una entrada de bajo tan sencilla como pegadiza abre el terreno para que la voz nos susurre al oído antes de llegar el impulso de guitarras y batería para alternar la fuerza y la calma. Por el tema, la letra me ha recordado mucho a “Locuras de juventud” de GRB, pues ambos hablan de esa juventud signo de rebeldía y movimiento, actitud que desaparece con el envejecimiento. La canción de Izate al menos es más positiva, pues dice que nos es necesario tener cerca de aquel/aquella “niño/niña” (yo al menos de elegir preferiría seguir siendo “niño”…).

El tema que da nombre al disco, “Gure negu hotzak”, es un muy buen ejemplo de lo que queremos indicar en cuanto a tranquilidad pues, con una preciosa melodía como eje principal, hacen un llamamiento al final del eterno invierno y la llegada de la esperanzadora primavera mediante una letra oscura. Nuevamente la voz explota sus buenos recursos con largas entonaciones y diversos registros incluso dentro de una misma palabra.

“Gurea da” (Es nuestro) es el tema más pegadizo, el tema o vídeo más frecuente que se puede encontrar en espacios promocionales varios. Apología del Rock’n’roll, homenaje a músicos y público, devoción a la necesaria comunión de dos actores imprescindibles de estos espectáculos (¿cuántas veces se olvida que una muy buena razón de que se esté sobre el escenario es que haya bajo el mismo mucha gente organizando y/o disfrutando?). Bonita letra escrita desde el positivismo. Musicalmente una de las más marchosas con el objetivo de que la gente baile a su ritmo con ganas en plena vorágine sudorosa.

“Bizitzaren begiak” (Los ojos de la vida) puede verse como la ternura de la paternidad/maternidad, pues es un diálogo entre el padre y la madre que hablan con todo su amor a su retoño y este les responde con igual afecto. He mencionado a veces entre amigos que se nota quiénes han sido padres: de repente una tienda para skins empieza a vender petos punks y skins para bebés (Street Warriors), la gente con las crestas más llamativas y cob la mejor estética punk te enseña la foto de su progenie de tres años. A Izate le ha pasado igual. Parte de ellos han sido padres (desconozco si todos, no se me su ficha técnica), podría pensarse que incluso quien les hace la letra también, y para evocar tal conmovedor acontecimiento reducen la velocidad para sustituirla por la emoción de una buena dosis de guitarras y voces emocionadas.

“Ni naiz bestea” (Yo soy el otro) es una de las piezas que más me han gustado, especialmente el final. Desde la vacuidad del bajo arrancan con batería y voz, volviendo a deleitarnos con la fragilidad para hablar de la dualidad humana, capaz de lo mejor y de lo peor dentro de la misma persona y de la consiguiente lucha interna. La guitarra decora con lejanas y reverberadas guitarras antes de entrar con emotividad y es entonces cuando gana presencia la voz de Claire, aumentando el volumen y clamando con toda su energía al vacío infinito… Muy emotiva.

“Banoa” (Marcho) es una de las canciones más lentas, tal vez la más popera, y que al mismo tiempo me recuerda a un vals u otro estilo de baile lento, no se si será cosa de que hayan metido un violoncello. Guitarra acústica, batería apagada y las voces más suaves y cálidas.

“Agurra” (La despedida) es otra canción directa y le han querido dar mucha intensidad. Ya hemos mencionado la presencia de Fernando “Sapo”, cuya desgarradora voz da apoyo a los gritos de la voz principal (debo decir de paso que en esta canción Claire me ha recordado muchísimo a mi gran amiga de Criatura y Visión Túnel Pep4).

“Noiz arte?” (¿Hasta cuando?) es otra canción marchosa, de las que hacen bailar, con la canción con registro más punk en la voz, transmite mucha actitud para transmitir que hay gente que desprende mucho odio pero que también nos lo hace transmitir.

Si “Bizitzaren begiak” era una bienvenida a la vida, “Joan direnei” (A quienes se han ido) es una bonita canción al final de la misma, tallando con emoción una bellísima letra que pretende ser una caricia: “Eta nik zenbat itsaso egin behar ote ditut malkoekin?” (¿Cuántos mares debo crear con mis lágrimas?). Tema conmovedor.

“Ez nakien” (No sabía) es un canto de culpabilidad, en el que vemos lo que hemos tenido a nuestro lado y hemos perdido por andar en inútiles equilibrios. La música transmite igualmente delicadeza a la par que grandes fragmentos de fuerza.

“Jeiki” (Levanta) es un llamamiento a la juventud vasca en particular pero también a otra mucha en general, toda aquella que sufre constantes manipulaciones y represión fruto de la debilidad del adversario. Un mensaje de ánimo para aquellas que sufren en sus carnes la persecución.

El álbum concluye con “Oroitzapenen kutxa” (La caja de los recuerdos”). Otra canción pausada conducida por guitarra acústica y voz dulce, con diferentes momentos según la emoción transmitida por su vocalista principalmente, con verdaderos momentos apasionantes sobre ese cariño suscitado por ese reflejo del pasado pero que aún sigues teniendo a tu lado con similar (o igual) intensidad.

Este muy buen disco tiene igualmente una cuidada presentación en digipack. No tiene muchas florituras, además de la foto del grupo de la portada, las imágenes del interior se basan en constelaciones de estrellas decoradas de vez en cuando con cuidadas reproducciones.

Disco realmente recomendable, producido completamente por ellos, y es posible descargárselo completamente en su página web http://www.izate.net, si bien físicamente parece ser algo más complicado y que hay que moverse más como me ha pasado a mí.



Willis Drummond “Istanteak”

CD, Marzo de 2011

Bidehuts

 

Ya se ha publicado uno de los discos que estaba esperando. Willis Drummond nos presentan su nuevo trabajo de buen rock de gran facturación con el que nos recuerdan que hace tiempo vinieron para quedarse entre nosotros.

Y es que hace un tiempo ya que publicaron Anthology, su primer disco, dos años desde su disco homónimo y casi uno de su excelente disco en directo. En todos ellos se han podido observar sus cualidades, canciones directas, voz sesgada y vibrante, buena base rítmica y guitarras afiladas, punk-rock… y mucho post (post-rock, post-hardcore, post-eso…).

El disco lo abre “Araua (gurea)” (La norma, nuestra norma). Rock potente, de alto octanaje en el que una voz emocionada nos habla del sinsentido de la propiedad privada. En algunos casos, especialmente en los momentos en que su amigo Pop se marca un solo, me recuerdan al rock de las antípodas, y me viene a la mente por ejemplo el tema “I don’t care about nothing anymore” de The Beasts of Bourbon (en el plano musical). Y no lo digo porque en el disco en directo salga una versión de los australianos.

“Begi erreak” (Ojos quemados) es una de las mejores composiciones del disco, una especie de single colgado en su Myspace y que, si la memoria no me falla, fue una de las tres canciones que presentaron en el concierto que en diciembre dieron en el Gaztetxe La Kelo de Santurtzi que ya reseñé. En los ritmos que dan salida y finiquitan la canción me viene a la cabeza otra referencia musical debido a la velocidad y al sonido potente y sin concesiones, Motörhead. Hay un fragmento relajado en medio muy bueno, que me recuerdan a una de sus clarísimas referencias (que para quien no la conozca a estas alturas me atreveré a decirla a continuación).

“Ez da dudarik” (No hay duda) es una de las canciones más veloces, la que tal vez más espíritu punk tenga, directa, voces graves y muchísimo coro.

La canción “Istanteak” (Instantes) que da título al disco es una de las más atípicas que les escucharemos (y que también tocaron en Santurtzi). Canción muy lenta, de casi ocho minutos y con un ritmo y un mensaje repetitivos (“Istanteak izakiak dira…”, Los instantes son seres) que te meten en un trance hipnótico, ahondando en ritmos cercanos al doom o al sludge, vamos, esas revisiones de los ritmos originales de, Black Sabbath, Pentagram, Saint Vitus y demás, donde si no espabilas te ahogarás… de placer.

La quinta canción es para mí la mejor de todas y la que más me ha emocionado. “Noiz da gero?” (¿Cuándo es después?). Buenísima. Y aquí es donde tengo que pedir disculpas, pues me es absolutamente inevitable decir una referencia obvia, tanto, que ellos mismos han bromeado con ella: Fugazi (en el bolo de Santurtzi se presentaron diciendo “venimos de Baiona D.C.”, riéndose de su afición por la banda de Washington, así como del radio de acción de las bandas de allí y del sello Dischord). Es que me recuerdan absolutamente todo desde el primer segundo hasta la última nota: la batería de Brendan, el bajo de Joe, los acoples finales de guitarras… puedo imaginarme perfectamente a Guy Piccioto e Ian Mackaye cantando “Noiz da gero?”. Pero no pienso que eso sea malo, en absoluto. No es un simple plagio. Quiero pensar que es la devoción de un buen alumno. En cuanto a la letra… es que me ha llegado hasta el fondo en estos momentos en los que me siento en pura zozobra, me ha hecho encoger el corazón de pura emoción, me es necesario resaltar unos fragmentos:

“[…] Me sumerjo bajo el agua, el aire es de vidrio, se me ha congelado la cara, se me han derretido los brazos, tus manos ya no tienen dedos. Me gustaría tocarte pero ya no me atrevo, me avergüenzo de mis manos frías, gordas, lisas y torpes. Tienes miedo de perderme pero soy yo quien os pierde, tú también estás con ellos, y yo en vuestro mundo, insignificante, pero ahí. […] Mañana estaré de nuevo aquí, si, después, de nuevo pero ¿cuándo es Después? […]”

“So” (Mira) es la última canción que recuerdo nueva del concierto y es otra muestra de muchos ritmos Post-hardcore, aunque no de mi gusto, ni hay velocidad ni hay lentitud, hay muchos cortes y gritos. No esta mal, pero a mi no me convence.

“Oino pixka bat” (Un poco más) es la que más me recuerda a los cortes más pausados de su disco homónimo, la que le da una línea de continuidad. Suave, con una batería pesada y profunda, golpes largos de guitarra y una melodía de voz aún más prolongada.

“Hobenduna” (Culpable) es la canción que cierra este disco, otro tema directo, corto, veloz, mucho ruido y mucho griterío. Para cuando para te quedas con un “¿ya se ha acabado?”.

Si bien este disco es muy bueno, esa es la pregunta que te viene enseguida. Porque los treinta y seis minutos se te acaban quedando cortos. Puedo que eso no sea malo, mejor tomar pequeñas dosis de una buena receta que meterte la sobredosis.

Hay que decir que en el diseño también han tenido buen cuidado y se ve la ayuda que tanto la banda como el sello Bidehuts han tenido, pues viendo los dibujos ante la sospecha he ido a los créditos y he comprobado que son obra de Ramón M. Zabalegi, el mismo que hizo los lienzos de Txinaurriak, el tributo que el sello hizo a la memoria de Mikel Laboa. El resultado aquí también es muy bueno, engrandecido de nuevo por la presentación en formato tipo digipack de doble cartón.

Disco y banda a las que no se debe perder la pista bajo ninguna circunstancia.

 

PD.: A ver, mensaje para Willis Drummond y Bidehuts. No se como decirlo… ¿A qué esperáis para publicar algo en vinilo? Joder, que el disco en su totalidad ganaría muchos enteros con el formato cálido por excelencia… ¿Tendremos que comprar acciones para que nos hagáis caso? Je je je…



The Ocean “Heliocentric / Anthropocentric”

4xLP, 2010

Pelagic Records

Heliocentric

Hacía tiempo que no escuchaba la primera parte de este megalómano proyecto de los berlineses y he tomado como excusa el que me enviaran la segunda parte recién salida del horno el pasado diciembre para mencionar ambos a la vez, y desde entonces no dejo de escucharlo. El combinado de Heliocentric y Anthropocentric debiera conformar un toido candidato a mejor disco del pasado 2010.

The Ocean surge en Berlín en el año 2000 y desde sus inicios tiene un funcionamiento un tanto particular, de ahí que surgieran como The Ocean Collective, pues ha sido digamos una asamblea de músicos hasta tal punto que en los primeros meses llegaron a pasar por sus filas nada menos que cuarenta personas. A partir de ahí ya se fue conformando una estructuira fija, si bien siempre ha habido diversos matices: diferentes cantantes según las canciones y los discos, colaboraciones de instrumentistas de instrumentos clásicos…

Su primer disco importante fue publicado en el año 2003 con el título de Fogdiver. Disco instrumental pero que aparentemente contaba con vocalistas en directo (curioso), mezclaban ritmos de pesadísimo metal con partes bastante más ambientales y melódicas, nadando entre el metal progresivo y el post-metal. Un año después sale el interesante Fluxion, ya con vocalistas y ahí ya van insertando cada vez más instrumentación acompañante.

En 2005 sale Aeolian, grabado en las mismas sesiones de Fluxion y que puede considerarse como la segunda parte de un primer envite de los que hará la banda a partir de entonces: concebir parejas de discos. Este es sin duda un disco mucho más metalero y extremo que el anterior.

En 2007 crean una obra maestra: Precambrian. Este disco es concebido como un todo dividido en dos sub-álbumes (a diferencia de los dos anteriores que no tenían en principio un nexo directo). El primero sigue la estela de Aeolian, entanto la segunda parte es mucho más melódica tanto musical como vocalmente (aun siguiendo con muchas voces guturales. Las letras también tenían su atractivo pues usaban como referencia la obra Les chants de Maldoror del Conde de Lautréamont. El disco, si mal no recuerdo, fue diferenciado en el formato CD, mientras que en vinilo se presentó en un espectacular 3xLP (la presentación es para verla).

Han pasado tres años desde que sacaran aquel disco hasta este que tenemos entre manos en los cuales ha habido cambios, principalmente en la figura del nuevo vocalista, quien sin duda ha tenido que influenciar en el nuevo rumbo sonoro de la banda. En su página web anunciaron que nuevamente dividirían su nuevo proyecto en dos trabajos, el Heliocentric que saldría publicado en Marzo, y Anthropocentric, cuya fecha de salida inicial era en Octubre (y que salió finalmente en Diciembre).

Cumpliendo su palabra llegó en primer lugar Heliocentric. Musicalmente es una buen continuación de la segunda parte de Precambrian, con la que mantiene nexos en común, pero también es un importante paso adelante. Aún conservan importantes destellos de su metal de facturación enérgica y machacona, pero van dándole mucha mayor presencia a la melodía. Iremos comprobándolo.

Sobre las letras debemos decir que el binomio Heliocentric/Anthropocentric conformar una historia conceptual, no tanto como una historia lineal tipo novela, pero si usando un tema principal como línea conductora sobre la que van surgiendo las reflexiones de la banda. El tema principal es la existencia de Dios, o más bien su ausencia, pues utilizan un buen número de referencias y argumentos para rebatir su presencia, llegando a usar los propios argumentos de la gente que en pleno siglo XXI, por increíble que parezca, sigue creyendo en la teoría del antropocentrismo.

“Shamayim” es una pieza instrumental compuesta principalmente de samplers y los primeros acordes de lo que será el verdadero primer corte.

A renglón seguido llega “Firmament”, una canción tan limpio como original al usar un ritmo básico en diferentes intensidades para darle la fuerza que en cada momento es requerida, suave de inicio, apisonadora después, haciendo una especie de ostinato complejo y sugerente. Rápido llega un parón auspiciado por una simple melodía de guitarra a la que se van añadiendo redobles de batería. Hay que decir es la tarjeta de presentación del nuevo vocalista, donde nos sorprende con una buenísima voz melódica y demuestra su capacidad para el salvajismo gutural, y es su línea la que nos guía en este viaje. La letra: Un extracto del Génesis, versículos 1:6-20 (joder, acaba de entrarme complejo de cura), donde se nos explica como Dios decidió crear las estrellas que iluminarían nuestro cielo para diferenciar el día de la noche y esas cosas.

“The First commandment of the luminaries” es otro extracto de la Biblia, Enoch 72:2-5, donde se nos explica que el sol sale de oriente y se pone por occidente y demás. Musicalmente ralentizan mucho la velocidad y dejan melodías que en ocasiones pueden llegar a recordar bandas tipo The Cure según algunos oídos. Por mi parte decir que aquí escuchamos las primeros retazos de sonidos clásicos al tener la primera presencia de un violín.

“Ptolemy was wrong” es la primera refutación directa en contra de Dios, la religión y el antropocentrismo. Recordemos que Ptolomeo impulsó la teoría y el universo geocéntrico, por el cual además de la luna el resto de planetas y el propio sol giran alrededor de nuestro pedazo de parcela, y que esta teoría (la de Ptolomeo) estuvo vigente durante nada menos que milenio y medio. La letra nos cuenta el pesar de una persona (que podría ser perfectamente Copérnico) que tras hacer estudios llega a una conclusión: si es capaz de ver las distintas fases de los planetas a través de su telescopio eso quiere decir que la Tierra también está completando distintas fases de rotación, por lo que es la Tierra la que tiene que estar necesariamente rotando alrededor del sol y no al contrario. Por lo que Ptolomeo estaba equivocado.

Musicalmente es un paréntesis muy brusco, pues está compuesto de un piano, batería y cuerdas clásicas que acompañan a la voz principal.

Con “Metaphisics of the hangman” vuelven a coger velocidad con ritmos pausados y limpios donde usan una referencia literaria para reflejar el sentir de la gente creyente. Usan el maravilloso “1984” de Orwell para decir que hay suficientes Winston Smith diseminados por el mundo para hacer creer que dos mas dos suman cinco, tal y como él mismo se convencería tras pasar por la habitación 101. Entre los ritmos sosegados vuelve la voz gutural después de mucho tiempo para reforzar aquellas afirmaciones antes do volver a la calma.

“Catharsis of a heretic” nos vuelve a colocar en la piel de alguien como Copérnico, en la que vemos a una persona que es consciente de que va a recibir enormes tormentos y que posiblemente acabará en la hoguera por sus ideas revolucionarias (¡la teoría heliocéntrica!) y a la que le da igual ese final, pues sabe que la verdad acabará saliendo a la luz. Volvemos a escuchar ritmos pausados para hacer más emocionante la confesión del hereje, aunque dura muy poco (dos minutos).

“Swallowed by the earth” es una de las canciones más salvajes del disco, donde más voces guturales suenan y más ritmos pesados de los que facturaban antaño suenan.

“Epiphany” nos cuenta lo absurdo de la epifanía, implorar a Dios, a su hijo y a la trinidad, ruegos que no son escuchados, para finalmente preguntarse: “¿Hay un Dios o son tres? Qué extraña epifanía”. Otra corta canción marcada por un conjunto clásico.

Los mejores momentos del disco llegan con las dos canciones finales. Voy a mencionarlas a las dos juntas, pues son una misma canción diferenciada por dos letras, una es “The Origin of Species” y la última “The Origin of God” (yo os las pongo juntas para que veáis que son una sola canción).Es la canción más heavy, un buen inicio de guitarra que te hará levantar los cuernos al que sigue una poderosa voz, tanto limpia como salvaje. “The origin of Species” nos cuenta le teoría de la evolución de las especies de Darwin y muestra una cierta empatía a quienes les cuesta entender que organismos tan complejos tengamos la misma procedencia bioquímica sin necesidad de un arquitecto que nos haya diseñado. “The Origin of God” me trae a la cabeza un énfasis tal, por ejemplo, como el “Yo acuso” (J’accuse) de, pues hace afirmaciones tan duras como directas. He aquí la traducción de la letra:

Un gran creador no hace más que evidenciarnos el problema. Si cualquier estructura compleja necesita tener algo que la haya creado entonces ese mismo creador tiene que ser necesariamente más complejo que todas sus creaciones. ¿Quién ha creado al arquitecto? ¿Quién ha creado al arquitecto? ¿De qué está hecho? ¿De dónde procede?

Heliocentric es un disco precioso, que entra enseguida y que gustará seguramente a muchos seguidores de la banda, si bien parece un punto aparte en la trayectoria de la banda viendo su evolución hasta ahora.

Hay quienes pueden pensar (entre ellos me incluía yo), viendo los precedentes de Precambrian (y el de Fluxion y Aeolian en menor medida) que al hacer los discos de dos en dos, la dureza que le falta al primero aparecería en Anthropocentric en todo su esplendor. Razón no les faltaría, pero veremos que hay matices.

 

Anthropocentric

Anthropocentric fue difícil de escuchar al principio, se hace más duro que cuando escuchas el meloso Heliocentric, demasiado contraste, pero poco a poco con cada escucha mejora por momentos hasta cogerle el punto desde su primer segundo. Hay canciones muy ruidosas, pero tras ellas viene muchísima melodía llegando a fragmentos de puro Emo Hardcore. E incluso se mezcla todo dentro de la misma canción de manera brillante.

El más claro ejemplo es el tema “Anthropocentric”, que abre y da título al disco. Un grito de guerra abre a los primeros ritmos complejos y enrevesados, con una batería que en ocasiones llega a redobles tribales. El punto álgido llega en un frenazo brusco del que sobresale una guitarra limpia creando el acorde que nos conducirá a un medio tempo muy emotivo, con un bajo gordote y bailarín muy bueno y con pinceladas de guitarra que en ciertos momentos me recuerda a Toni Iommi. La voz entra en su momento descorazonada y nos recuerda que pese a todas las evidencias, hoy, en pleno siglo XXI, todavía hay gente que cree ciegamente en la religión hasta el punto de creerse que el sol gira alrededor de nuestro planeta (¡Y no es broma! Hace dos semanas leí que nada menos que en Rusia, país que en tiempos de la URSS fue un Estado ateo y que desarrolló el ateísmo científico, una tercera parte de su población cree que el sol gira a nuestro alrededor. ¡Y lo peor es que hay muchísima juventud que lo cree!).

“The Grand Inquisitor I: Karamazov Baseness” nos adentra en una sub-trama para hablar entorno al atropocentrismo: la obra “Los Hermanos Karamazov” de Dostoievski. La obra en su profundidad presentaba una lucha moral, donde se trataban tanto la fe como el racionalismo. La banda evoca fragmentos de la novela para rechazar la fe en la bondad de la humanidad. La canción es una de las más salvajes del disco, aun relajándose en algún instante.

“She was the Universe” nos cuenta la necesidad del astro rey, cuando un, digamos creyente, sueña con el languidecer del sol y como el ser humano, en medio de la oscuridad y del frío, lucha encarnizadamente por su supervivencia. Otra canción de gran fuerza que aminora en diversas ocasiones hasta llegar al impasse final que da pie a prepararnos para la siguiente canción.

“For he that wavereth” es una bellísima canción de dos minutos que evoca pura fragilidad. Llena de melodía, los adornos de las dos guitarras son suficientes para emocionarte. En estos ciento veinte segundos el cantante demuestra un gran potencial para hacer hincapié en la crisis espiritual del hombre.

“The grand Inquisitor II: Roots & Locust” es la segunda canción bestia del disco, repleta de intensidad y constantes cambios de ritmo.

“The grand Inquisitor III: A tiny grain of faith” es una pausa de minuto y medio, en el que en medio de samplers y un violín una melodiosa voz femenina hace su aparición.

“Sewers of the soul” es la canción más gutural del vocalista, pues tiene su registro más grave acompañado de guitarras dignas de unos Sepultura.

“Wille zum Untergang” es el corte instrumental del disco, melodías que confirman su acercamiento al mundo emo, lento, repleto de acordes de guitarra y adornos por doquier…

“Heaven TV” es la última canción dura del disco, donde el vocalista vuelve a abrir con un grito de guerra y de ahí vamos a una constante progresión de cambios de ritmo hasta el final del mismo.

El disco se cierra con la apasionada “The Almightiness Contradiction”. La última balada, con muchos retazos del heavy clásico al mismo tiempo, le da un plus de emotividad el profundo violoncello que irrumpe en escena dándole un toque aún más clásico (hasta el punto de hacer una frenada todos con un ritmo tipo Edad Media), especialmente cuando entra todo un conjunto clásico finalizando la canción, y en el que está la voz más emo del cantante. La canción habla de ka contradicción de la omnipotencia. Su letra está muy bien, pero prefiero mencionas la cita que hacen de Epicuro: “Si Dios quiere evitar la maldad, ¿por qué no es capaz? En ese caso no es omnipotente. ¿Es capaz pero no quiere? Entonces es perverso. ¿Quiere y puede? ¿Entonces por qué ocurren todas las desgracias? ¿Ni es capaz ni quiere? ¿Entonces por qué lo llamamos Dios?”.

Podemos resumir Anthropocentric de este modo, una mezcla (sin agitar) de potencia y mucha melodía, donde la última cobra más peso sobre la primera. Como disco en su conjunto me gusta mucho más Heliocentric, pero el segundo recoge las mejores canciones individuales en comparación. Magnífico dúo.

Quiero terminar esta increíble txapa hablando de la presentación. En vinilo al menos es espectacular. No solo por ser cuatro vinilos. Para empezar, quien quiera hacerse con él en su totalidad comprobará que lo recibirá en una caja donde guardar los dos discos, con una preciosa serigrafía en tinta plateada. Dentro estarámn los dos discos, en carpetas gatefold, a cada cual más bonita, con los signos del zodiaco representados en nuestra constelación en uno, y con las diferentes constelaciones de la Vía Lactea en el otro. Eso cuando abres las carpetas. En Heliocentric veremos una especie de diorama en la portada con un eje en el que, con el sol en el centro, podremos hacer girar al mismo astro, a los planetas de su sistema (incluyendo Plutón) y a los signos zodiacales. En Anthropocentric es similar, pero en el centro están la Tierra y el hombre, y a su alrededor están el resto de planetas y el sol. Las letras de Heliocentric además han sido impresas en cartas del tarot o astrales individuales repletas de imágenes digamos existenciales.

 

Un pedazo de disco, que por cierto es bastante caro de adquirir, pero que desde luego merece la pena escuchar, sinceramente.

 



Varios “Txinaurriak, Mikel Laboari ikasitako kantuak”

2xLP+2xCD/2xCD, 2010

Bidehuts

Va a parecer que en un tiempo han comprado mi opinión los compañeros de Bidehuts, pues acabo de reseñar la reedición del primero de Lisabö, ahora menciono este y en breve me dispondré a hablar de Willis Drummond. Pero qué se le va a hacer, ya dije al abrir el blog que quienes se toman la molestia en ofrecerme algo tienen derecho a ser reflejados, y la verdad, me quedé impresionado cuando no solo me daban el disco de los de Irún, sino que me quedé boquiabierto al sacar de la bolsa el Txinaurriak en el formato doble vinilo (menos mal, pues mi intención era pillarmelo en Gatazka, lo cual es imposible). Esker anitz Eneko!

Con este disco nos encontramos con el mayor peligro que se puede correr con un proyecto de esta envergadura. ¿Cómo homenajear a un Maestro como Mikel Laboa, referencia ineludible de incontables generaciones de Euskal Herria a través de sus cantos y salir airoso de ello? Pienso que la clave es en tener muy buen gusto a la hora de rehacerlas y también saber elegir que canción interpretas, pues si eliges las más clásicas es muy sencillo que la gente se pueda volver en tu contra si tu propuesta es muy arriesgada.

Bidehuts son gente que ha bebido de las lecciones de Laboa y han querido venir con este tributo conmemorando el segundo aniversario de la muerte del cantautor. Y ya ha recibido distintos calificativos. He escuchado a quienes no les ha gustado en absoluto (y es gente de mi edad). A mí en general me ha gustado (sin entrar en cuanto a la presentación), pero tiene un pequeño defecto: se puede hacer largo, muy largo, pues hablamos de una hora y media aproximadamente.

Hay que decir que el disco más o menos sigue ciertas líneas, salvando excepciones: dividido principalmente entre el estilo musical propio de la cantera de Irún y Hondarribia, y del otro los que han tirado en dirección experimental, como le gustó también hacer al homenajeado.

La primera cara del disco (las primeras cinco canciones del primer CD) han sido bien preparadas por Bidehuts para dejarte enganchado desde el principio. Uno de los mayores aciertos pienso que es el haber abierto con Willis Drummond, una de las revelaciones de los últimos dos años, que hacen un soberbio “Gaztetasuna eta zahartasuna” (La juventud y la vejez). Comparandolo con el original encontraremos casi tantas similitudes como particularidades. Si en la original un dulce sonido de flauta servía de introducción, los de Baiona entran con guitarras acoplándose y un grueso bajo que parece estar metiéndote en un terrorífico lugar, momento en el que se te pone la piel de gallina cuando en un tempo medio entran los primeros acordes y la voz principal, que sabe explotar sus posibilidades y se queda no muy detrás del Maestro, y termina de repente (¡acudid a los directos!).

Hotel dispone de la colaboración de Miren Iza para hacer un dulce “Não es tu, faculdade de sentir”, no tan lejos de un fado como podría sugerir el título.

La propuesta de Berri Txarrak se me ha hecho muy rara. No se parecen a sí mismos. Son ellos, porque se percibe la voz de Gorka (quien nos recuerda que estamos escuchando “Liluraren kontra”, “Contra la fascinación”), pero más que Berri Txarrak, me viene otro nombre a la cabeza: Dut. Y no lo digo por la obviedad de que Galder Izagirre, quien fuera batería de Kuraia y Dut sea el nuevo percusionista de BTX. La batería ahí está, evidentemente, pero creo que nunca le he escuchado antes a la banda un bajo tan rudo y el ritmo final es digno de los chicos de Hondarribia.

El veterano Xabier Montoia es el primero que nos da pinceladas de experimentación con “Xoxo beltza” (“El mirlo negro”). Tan curioso como el original.

La adaptación de Zura es de las que más me han gustado y ellos también me han recordado a otra banda. “Haize hegoa” (“Viento sur”) tiene un nuevo aire gracias a los ritmos de bossa-nova que practica este grupo, al tiempo que la cantante Nerea le da a la poderosa voz de Laboa un toque de sensualidad. Y ahí es cuando me viene la comparación, pues tanto las voces como el ritmo final, cuando aparece una guitarra eléctrica, veo a mis colegas de Visión Túnel y me podría imaginar perfectamente a Pep4 en lugar de a Nerea (no sería la primera vez que cantara en euskara…).

En la cara B nos saludan Amodio y “Baga biga higa”. Sorpresa, pues si no me falla la memoria, fue el grupo que Javi lisabö hizo cuando estuvo en el extranjero (y al que Metak sacó un disco). Ahora parecen volver y según una foto vista incluso hay directos. ¿El sonido? Me tendrán que perdonar por la obvia comparación, pero suena muy Lisabö.

No puedo decir que me guste la versión de Anari. Ha hecho buenos discos, pero lo siento, desde su último disco no me produce sentimiento, y “Aintzinako bihotz” se me hace largo.

Dilistak es una de las dos bandas desconocidas o “nuevas”. Lo entrecomillo porque en ellos encontraremos nombres que suenan. En esta por ejemplo yo he encontrado a dos músicos conocidos, Xabi Strubell (Dut, Zura) y Okene Abrego (BAP!!, Inoren ero ni), e incluso al escritor Hedoi Etxarte dándole al violín y al teclado. “Negu hurbilak” (El invierno próximo”) me recuerda a una jam session, toques de jazz…

Con Akauzazte Danok pasa lo que comentaba antes. ¿Qué te puede ocurrir si adaptas y reinventas una de las canciones clásicas (por no decir la clásica) del Maestro? Que las respuestas serán bipolares. O gusta, o se puede llegar a odiar. Un cúmulo de ruidos y tras un largo tiempo por fin escucharemos la preciosa letra de J.A. Artze. No soy el primero que se salta normalmente esta canción.

La cara C (o el segundo disco) abre con otra canción brillante, la que hacen los vizcaínos Ama Say junto a Xanpe (Pi L.T.), Txap (Lisabö) y Maite Arroitajauregirekin (Mursego). Una pieza exquisita, reinventan completamente “Ama hil zaigu” (“Se nos ha muerto la madre”), hasta parecer música clásica (la presencia del violoncello es casi total). Esta maravilla de canción también tiene un peligro: que no son los verdaderos Ama Say. Casi no recuerda la voz de Topo (eso sí, lo hace genial). No es su estilo propio (ni adaptación) y eso puede causar una errónea primera impresión sobre los que quieran conocer a la banda y que no deje tan buen sabor de boca (porque esperan otra cosa pese a que los chicos acaben de publicar un interesante nuevo disco). Es una canción perfecta, pero tiene ese peligro. Juzgad vosotras mismas:

Ruper Ordorika también hace una buena canción, “Gure bazterrak” (Nuestros rincones). Con muy buenos músicos se clava un buen ambiente y su penetrante voz hace el resto, dejándolo muy a la altura del original (bueno, Laboa tenía una voz más aguda), incluso podría pasar perfectamente por una canción de Ruper.

Lisabö se marca la canción cronológicamente más reciente, “Gure hitzak” (Nuestras palabras) del año 2000. Una actuación correcta, pero no me han emocionado tanto como de costumbre.

Gabon Caligula es la segunda banda “nueva”. Cuarteto, conozco el nombre de una (Baxi Ubeda) y de otra (Aida Torres) tendré que confirmar, pero creo que es la que fuera una de las bateristas de Lisabö. Al lío. Casi instrumental, con mucha percusión, hace un bonito ambiente a medida que suavemente llegan los ecos de las dos voces. Otro de los temas a destacar del tributo.

Con Inoren ero ni también me ocurre que no terminan de engancharme pese a hacer buenos ritmos de post-hardcore y la presencia de la particular voz de Okene, no me termina de llamar.

Atom Rhumba vuelven y hacen “Lizardi”. Hacen una especie de tango con la voz a distintos niveles de Rober. Tampoco me gusta.

La banda Gora Japon a la que le gusta la improvisación llega con “Bedeinkatua” (Bendecido) que empieza con un curioso intro y de ahí pasa al contundente ritmo con el que recitan el largo texto del también recién fallecido Xabier Lete.

Audience fiel a su actual estilo cercano al country y al rock sureño norteamericano nos regalan un dulce “Lili bat” (Una flor).

Borrokan homenajea “Komunikazioa-inkomunikazioa” (Comunicación-Incomunicación). Primero pensé, “joder, ¿cómo van a plasmar aquella bella locura de dieciséis minutos?”. No me imaginaba al cantante soltando chorradas como lo hizo Mikel (escuchando el original tengo la impresión mientras me sale una mueca burlesca que fue él quien inventó a Chiquito de la Calzada), cómo mezclarían el fragmento de “Mi carreta” de Atahualpa Yupanqui y meclar todo en la minipimer. Finalmente lo que hacen es adaptar la parte instrumental del medio mientras que el cantante hace algo (¿alguien sabe lo que decía Mikel? Pues lo mismo con Joseba) y hacen un buen tema.

El tributo lo cierra otra conexión de grupos, Mursego y Eten. “Zaude lasai” (Cálmate). Curioso resultado, diría que incluso ecléctico, mezcla mucho sin centrarse en algo concreto, pero con un buen resultado con las voces.

El disco da un muy buen resultado musical, canciones sobresalientes, y otras que son también grandes. Pero diecinueve al final se puede hacer largo y tendrán que escucharlo algunos por piezas.

Otro de los éxitos del tributo es la presentación, especialmente de la edición en vinilo. Dibujos realizados especialmente para el recopilatorio, una especie de rosas de piedra acompañados por unas letras preciosas escritas a mano. Dentro encontraremos un texto de Martxel Mariskalen en honor al maestro Laboa, con unos recuerdos de infancia y crecimiento bonitos.

La edición en vinilo es espectacular. Carpeta gatefold, pero no doble, ¡triple! Impreso a todo color y con la carpeta impresa por el lado contrario para darle un tacto distinto, las fundas de los vinilos son de similares características, y los propios vinilos son blancos y de alto gramaje (ciento ochenta gramos cada uno). Y trae los CDs de regalo. El resultado fue tan vistoso que esta edición se agotó en cuatro días en la Feria de Durango (además de los aproximadamente cien ejemplares de preventa, vendieron nada menos que unos cien discos diarios). Y no tienen intención de reeditarlo (algo que debieran hacer en mi modesta opinión), por lo que corre el peligro de ser pieza de especuladores del coleccionismo. El resto tendrá que conformarse con la edición bonita pero menos llamativa de doble CD.

Para cerrar, yo también quiero recordar al gran Mikel Laboa, maestro ahora y siempre. Quiero brindarte con una de las canciones que no salen en el tributo, de tu propia voz (yo al menos no me atrevo), “Kantuz” (cantando). Porque todos te recordaremos entre cantos.



{2010/12/12}   Lisabö “Ezarian”

Lisabö “Ezarian”

2xLP+CD, 2010

Bidehuts

El sello Bidehuts ha reeditado una joya. Muchos opinarán que este disco no puede ser considerado un clásico, pero a otros les traerán agradables recuerdos. Ezarian fue la gran carta de presentación del grupo Lisabö (un año antes publicaron su CD maqueta con una presentación manual y distinta según la copia).

Recuerdo cómo en el momento que Lisabö hacía su aparición ante el gran público Dut sin saberlo se nos estaba despidiendo con sus últimos conciertos y fue memorable el conciertazo de diciembre de 2000 en el Kafe Antzokia de Bilbo en el que tocaron ambas bandas junto a Anari (del concierto hago mención en la reseña de Askatu korapiloa).

Lisabö presenta este precioso Ezarian a finales de 2000 de la mano de Esan Ozenki Records y las alabanzas llegan casi desde el primer día tanto de parte del público como de las revistas musicales especializadas, que llegan a colocarla entre los mejores discos del año. Hacen múltiples conciertos demostrando su crudeza, y en el que llaman la atención al ser un cuarteto de dos baterías.

A los dos años reciben un encargo especial para un festival musical en el Kursaal de Donostia y realizan tres canciones, guiadas en las letras por su gran amigo Martxel Mariskal. Testimonio de ello queda el discazo Egun bat nonahi, editado por Acuarela Discos (agotado, ¿se atreverán a publicar esta maravilla en vinilo por fin?). En mi opinión es su mejor disco pese a contar únicamente con tres canciones (pero ojo, ¡que dura dieciséis minutos!).

El grupo para, Javi, cantante y guitarrista, se marcha fuera (y en Bélgica crea Amodio), por lo que hay que buscar recambio. Pero estos chicos son rebuscados, y mientras que Iván, uno de los dos baterías, pasa a la guitarra, el bajista Karlos hace lo mismo, por lo que entra Ionyu al bajo, y Eneko a la segunda batería. Ciertos rumores llegan a decir que van a registrar un disco conjunto con el gran Mikel Laboa (¿qué hubiese salido de ello?), pero la única prueba de esa colaboración fue la canción “Orduan” de Xoriek, último disco de estudio del difunto maestro donostiarra. Pero la idea de hacer colaboraciones les ha picado y se ponen a buscar a sus distintos amigos, y con otros escriben las canciones. El resultado es el inigualable Izkiriaturik aurkitu ditudan gurak (Metak, 2005), donde podemos encontrar tocando a los siguientes grupos o músicos entre otros: Manta Ray, Experience, Káhrlo Desastre, Xabier Erkizia, Anari… Muchísimos aficionados nos quedamos con las ganas de ver plasmado el disco en directo.

Tuvimos que esperar mucho tiempo para volver a verlos en directo, hasta el 2006-2007. Cambios una vez más: la batería Aída abandona y Javi vuelve, por lo que Iván retorna a su posición original. Así graban Ezlekuak, su disco más directo sin lugar a dudas, con el que más evidentes son las comparaciones con otras bandas del Post-Hardcore que han recibido siempre (Fugazi por mencionar uno), de hecho en la canción “Nekearen teoria” podríamos imaginarnos perfectamente a Ian MacKaye cantando en lugar de Javi y Karlos. Tras dos años sin parar, en diciembre de 2008 dan un último concierto en la sala Tunk de Irún junto a Visión Túnel y Experience, tras el que toman un descanso, y posteriormente Ionyu se queda en el camino. Con el nuevo año se pondrán a preparar un nuevo disco.

Pero mientras, con la excusa del décimo aniversario, reeditan ahora aquel disco del año 2000, y en vinilo, formato en el que debió salir desde el principio. Hay que decir que en cuanto a la presentación les ha quedado elegante, han respetado el formato original, una sencilla carpeta azul, que tiene una ventana troquelada en la portada, en donde vemos la foto del libreto en el que se refleja una ventana empañada por el frío y la lluvia y detrás una silueta. Lo que era libreto, ahora son las carpetas que guardan los dos vinilos de 180 gramos, en el que se dividen tanto las letras como las fotografías realizadas por Galder Izagirre, incluso mejorándolas gracias a su nuevo tamaño.

Qué decir respecto al contenido. Abre una canción suave, una canción de cuna susurrada al hombre reptil. Posteriormente llegan las dos canciones más directas del disco, la brutal “Hemen naiz ez gelditzeko baina”, y la enérgica “Aurreiritziak”, muy próximas al rollo Fugazi.

A partir de ahí los ritmos varían de velocidad, donde a veces desaparecen las guitarras, encontramos unos gritos al fondo, y los dos baterías quedan solos retumbando en la sala donde estamos escuchando el disco. A veces nos encontramos con la relajación, y es curioso, una canción con una introducción de acordeón de Jabier Muguruza me recuerda muchísimo a la banda musical que Gustavo Santalaolla compuso para la fantástica 21 grams de Alejandro González Iñarritu.

El disco se cierra con dos canciones, la corta pero intensa “Zer egiteko gai gara?”, y “Eraikitzen”. Tema de catorce minutos, que despacito va creciendo a lo largo de los minutos hasta cortarse súbitamente. Entonces reaparece Jabier Muguruza cantando con la única compañía de la guitarra y a partir de ahí llega el ritmo de despedida.

Muy buen disco, el cual además regala la versión CD. De modo que ya sabéis, no tenéis excusa para haceros con una copia mientras queden. Rápido.



Dut “Askatu korapiloa”

CD, 2000

Esan Ozenki Records

Bueno, llevo una larga temporada sin apenas escribir nada por diferentes razones, aunque trataré de recuperar el tiempo perdido, ahora haciendo una de cosa que quería hacer hace tiempo. Al comenzar el año quise hacer un ranking de los mejores discos euskaldun y extranjero del año pasado así como el de la década finalizada, siempre como opinión personal. No lo hice, el tiempo ha transcurrido y ya es tarde para hacer algo de ese estilo. Pero bueno, por resumir puedo decir que en mi opinión, los mejores discos del 2009 fueron, en el apartado euskaldun, con diferencia abismal, Danza de nieblas de Neila, y el impresionante Crack the Skye de Mastodon (la canción “The Czar” me pone los pelos de punta). El mejor disco extranjero de la década se me hace muy difícil de decir, pues hubo una muy buena hornada de discos brutales entre los que elegir… no es algo tan fácil como decir que el disco extranjero que más me gustó de los 90 fue The shape of punk to come de Refused. En la finalizada década me vienen a la cabeza discos como Oceanic de los recientemente desaparecidos Isis (vaya novedad por mi parte, je je je), pero tampoco andan muy lejos discazos de los desquiciados The Mars Volta como, Francess the mute o Amputechture.

Para el mejor disco hecho en Euskal Herria la pasada década no he tenido tantas dudas, pues Askatu korapiloa (Libera el nudo) de los hondarribitarras Dut es una impresionante muestra de energía y fuerza que apenas se encuentra en ningún otro álbum. Pondría de cerca a Lisabö, aunque si bien mencionaría dos discazos, la preciosa Egun bat nonahi (Un día en cualquier parte) y la soberbia Izkiriaturik aurkitu ditudan gurak (Los deseos que he encontrado escritos), que son realmente buenos, tienen ciertas características que no las hacen tan grandes como el disco de Dut: el primero no es más que un single de tres canciones (aunque dure casi veinte minutos, ¡pero vaya temas!), y el segundo pese a ser un disco largo esplendido, es un hibrido, una composición hecha entre los irundarras y un montón de bandas y solistas amigos con los que compusieron e interpretaron conjuntamente cada canción, hecho que hizo que apenas hayan podido llevarse al directo (eso ya sin hablar del proyecto inicial, que se dijo que era un disco conjunto nada menos que con Mikel Laboa, resultado que hubiese impresionado a más de uno).

Dut surgió en la primera mitad de los 90 como quinteto y así registraron su primera grabación conocida, el Underribi compartido con las bandas Beti Mugan, Orgasmic Toothpicks y The Ilussions. Muchos de los que oyeron aquel disco aseguran que sus canciones poco tenían que ver con lo que harían posteriormente.

En 1995 publican su primer disco homónimo, nada menos que en la entonces potente Esan Ozenki Records (discográfica independiente surgida al calor de Negu Gorriak). Muchos decían de ellos entonces que eran los protegidos de Negu Gorriak, hecho que no tardarían en desmentir rápido con sus resultados. Uno de los momentos memorables del quinteto seguramente sería, por citar uno, el festival Hitz Egin celebrado para recaudar el dinero de la sanción impuesta tras la denuncia de Rodriguez Galindo contra NG, festival en la que participarían casi todas las bandas de Esan Ozenki y alguna que otra amistad; del video de ese festival se puede encontrar el corte “Itxura faltsuak” (Falsas apariencias), donde se ve al cantante desgañitándose frente al micro con un megáfono.

Inmediatamente llegaría el cambio que marcaría para siempre a la banda. El cantante abandona el grupo por razones laborales y no mucho después haría lo mismo el segundo guitarra. Los otros tres componentes (Galder, Joseba y Xabi) no se amilanan y en lugar de buscar otros compañeros de viaje, deciden consolidarse como trío, alternándose entre sí las labores de canto.

Aunque pudiese parecer muy difícil, enseguida publicaron el resultado de esta nueva etapa, publicando a finales de 1996 su segundo trabajo, el más que interesante At (Fuera), publicado al igual que durante toda su trayectoria con Esan Ozenki.

Otro evento destacado llegó enseguida también. Negu Gorriak se despiden el mismo año (regresarían en 2001 para dar tres conciertos de despedida, en una de las cuales tuve la fortuna de estar yo, con invitación de Esan Ozenki por haber contribuido económicamente para afrontar la denuncia de Rodriguez Galindo, archivado ese mismo año. Memorable concierto) y sus componentes cogen distintos rumbos. El cantante Fermín Muguruza inicia su carrera en solitario, pero como ha hecho en distintas ocasiones Jello Biafra, su primer trabajo en solitario fue realizado conjuntamente con Dut en 1997. El resultado fue Ireki ateak (Abrid las puertas), la cual exploraba la senda del dub y mínimamente el jungle y con una curiosa versión de “El derecho de vivir en paz” de Víctor Jara. En 1998 realizan una gira mundial, espectacular, pues contaron con la compañía de teatro Gaitzerdi para interpretar las canciones en un decorado de andamios muy impactante, doy fe por los muchos conciertos a los que asistí.

En 1999, finalizada la colaboración con Fermín, comenzaron a componer un nuevo disco, que vería la luz en la primavera de 2000 y que es el que desgranaremos a continuación.

Askatu korapiloa es pura adrenalina, y nos reporta las mismas sensaciones que nos da la adrenalina. Cuando estás a tope de adrenalina tienes toda la fuerza del mundo y tienes la impresión de comerte el mundo, mientras que poco a poco va desapareciendo dejándonos a menudo con un halo de felicidad. Este disco es así y os lo voy a relatar:

El primer corte es “Inkisidoreen dantza iluna” (La danza oscura del inquisidor), que podéis escuchar a continuación. A lo que parecen unos iniciales tambores de guerra que se vuelven cada vez más complejos les sucede un bajo tan genso como oscuro, así como cuando entran los primeros acordes de la guitarra nos recuerdan la afinación distinta a la habitual que se usa. Es entonces cuando explotan en el ritmo principal, haciendo gala desde el minuto cero de su habilidad para hacer letras tan inteligentes como en absoluto sencillas, entre las cuales nos parece encontrar a veces cierta influencia situacionista entre otras muchas. En esta nos recuerdan el papel del inquisidor, que tanto trabajo tuvo en nuestras tierras, y nos dicen como aún quedan hoy muchísimos inquisidores en activo (jueces, policía, políticos, periodistas…).

El segundo tema, “Eromena abian” (La locura a toda velocidad) es a mi parecer uno de los grandes hits que la música ha dado a la lucha contra el Tren de Alta Velocidad. Una canción igual de veloz que el propio TAV, haciendo prácticamente una pieza hardcore, o al menos lo que Dut podía entender por hardcore. En dos minutos no dejan un solo tramo de la locura en pie con sus mordientes letras rebuscadas. La canción cuenta con la primera de las dos colaboraciones del disco. Evidenciando la amistad entre ambas bandas, el cantante de El Corazón del Sapo, Fernando, aúlla el coro principal (actuación que emularán los propios Dut en la canción “Ez jarri arreta”, No le prestes atención, que saldría medio año después en el disco La casa magnética de los Sapos). Este tema tenía un éxito rotundo en directo. Recuerdo en su última actuación en el Kafe Antzokia de Bilbo que la empezaron con Joseba berreando a pleno pulmón la letra antes de empezar con la música alocadamente.

Le sucede “Unean uneko” (A cada momento del lugar actual), muy parecida a la anterior. La letra es una vez más la más interesante, pues hace una interesante reflexión sobre el nacionalismo: “Piedra a piedra, pueblo y muralla. ¿Fortaleza o prisión? …no hay término medio. […]”

El ritmo se ralentiza en la cuarta canción, no demasiado, para comparar nuestas ciudades, nuestra civilización con la mitología que acompaña a la Edad Media, equiparando a conductores con caballeros de hojalata, y hablando de brujas con máscaras antigas.

La quinta es una de las mejores canciones (sino la mejor) del disco. La brillantez se la da la segunda colaboración. “Petrolioa ere” (El petróleo también) empieza con fuerza, denunciando que tanto el petróleo como el poder que viene con él es un inmigrante que no conoce de restricciones fronterizas. Pero en el momento que Dut dejan de cantar entra en escena el que fuera cantante de 713avo amor y poeta Carlos Desastre, que comienza a recitar sobre una potente base rítmica que le hace la banda. La letra es escalofriante (original en castellano):

300.000 pesetas

lo que es tierra fue mar en el desierto que bosque fue

nosotros islas vagabundas

en un mar que ya no es libre

vándalos entre los desechos de Al-Andalus.

300.000 pesetas

no quiero morir sin haber vivido

llegar lo mas lejos que me sea posible y mirar;

eso quiero, mirar hacia delante…

las estrellas nacen en el corazón del desierto

el sol me lo enseño

camino del Jebel Sharo

el tesoro esta escondido tras los ojos de un niño

300.000 pesetas

no veré como desaparecen las ovejas

ni estaré allí cuando para siempre no llueva

mírame hombre blanco, míralo todo

y entierra tus armas de fuego en el sereno silencio

del gran bosque de la noche

no es la primera vez que hago este viaje

nunca es igual

Quería que mis hermanos me viesen.

ellos también pueden intentarlo.

dios no escucha todo el tiempo.

dios también duerme

y su sueño es nuestro olvido, nuestra libertad.

300.000 pesetas

el viento nos llevará cuando seamos olas

no queda ninguna razón para matar

todas han muerto

moriremos en el mar porque del mar venimos

alguien las encuentra siempre y nacen de nuevo

no soy nadie, mi voz no escribe

en nuestro corto viaje ni siquiera hemos aprendido a salir de casa

300.000 pesetas

el estrecho se hace gigante

el ruido del motor parece querer ahogar

todos los pensamientos… solo consigue mecerlos

sobre el oscuro horizonte.

en permanente huida merodeamos

(como islas vagabundas)

trozos de un naufragio en las ciudades sin sueño

luces en la noche

reflejos azules sobre las aguas negras

estamos perdidos en cualquier lugar

nuestros nombres perdieron su sentido

luces en la noche

la costa esta cerca

la costa está lejos

seré fuerte hasta que llegue mi momento

ahora se algo sobre la vida en ese lado

hay más estrechos haciéndose abismales

somos tan pequeños como los granos de arena

del desierto que fue mar.

Alhucemas – El Morche…

Tánger – Algeciras…

Tirana – Bari…

La Habana – Miami…

Belgrado – Berlín…

El Paso – Las Cruces…

Grozni – Beirut…

Nogales – Tucson…

No me diréis que escuchar la canción al tiempo que leemos la letra no sobrecoge …

Recuerdo que el sexto tema cerraba la cara A de la versión en K7 y que me hacía recordar, salvando las distancias, la misma sensación que me daba Las más macabras de las vidas de Eskorbuto: que solo por esta cara ya merecía el disco.

La canción se llama “Hor nonbait” (En algún lugar), tan suave como intensa y en la que encontramos las frases más rebuscadas e invertidas, como hicieran grupos como los situacionistas (la traducción es mía): “La misma pistola que nos protege es la que nos amenaza. La misma comida que nos alimenta nos envenena. Las mismas salidas que buscamos nos pueden perder. La misma luz que nos hace ver nos puede cegar. Si no le cogemos la medida a lo que tenemos enfrente, será éste quien nos la coja a nosotros e iremos por detrás, perdidos… en algún lugar…” Muy buena.

“Jauzia” (El salto) nos trae de vuelta el simil de la adrenalina, de cuando se va, es decir, que tras la descarga ahora penetramos en el éxtasis posterior al vaciamiento, de esos instantes que como suele decir el guitarra de Inserta “llega la dosis de la heroína”. Muy pausada, aún teniendo algún ramalazo de guitarra.

“Oker” (Equivocado) es una canción muy lenta, de la cual lo mejor que se puede destacar es su letra.

“Izurrite zuria” (La epidemia blanca) compone junto a las dos anteriores la trilogía de canciones que menos me gustan del disco.

El disco lo cierra un tema que hace honor a su nombre, “Hotzikara” (Escalofrío). Un bajo tan oscuro como denso nos lleva a una atmosfera irrespirable, a la que poco a poco van acompañando las percusiones como pasos en la oscuridad, al tiempo que las guitarras pueden evocar a los ruidos que escuchamos en un frondoso bosque oscuro y silencioso. Y son una vez más las letras, de las pocas que canta el baterista Galder, las que nos taladran la cabeza, recordando que en esta vida zozobrante la misma red que nos protege nos puede hacer añicos o empequeñecer al caer sobre ella.

El disco recibió infinidad de elogios y no era para menos. Pero la banda se metía al bolsillo en los directos. Yo recuerdo tener el honor de haberles visto actuar tres veces ese año. EL primero de ellos fue en fiestas de Atxondo (Bizkaia), junto a Nuevo Catecismo Católico y El Corazón del Sapo si no me equivoco. Grande. La siguiente fue en la acampada antiTAV celebrado aquel año en Arrasate (Gipuzkoa), buenísimo concierto del que recuerdo que hicieron la versión de “Terrorismo policial” de RIP que grabaron unos años antes para un tributo. La última fue en Diciembre de 2000, en el Kafe Antzokia de Bilbo, con Lisabö y Anari. Fui a verles a ellos, aunque confieso que me inrigaban mucho Lisabö con su recién publicado Ezarian, y recuerdo que mi excompañero de viaje Raúl fue a ver a Anari, que acababa de publicar el disco Habiak que le había cautivado. El directo de los hondarribitarras fue de enmarcar, de haber registrado para la posteridad, una apisonadora como nunca antes había sido vista, metiéndose al auditorio en el bolsillo y siendo una de los mejores directos que había visto hasta la fecha. Tras ese día Raúl, que hasta entonces apenas había oído alguna canción antes, los metió en su colección de bandas favoritas y quemaría en su reproductor Askatu korapiloa al igual que yo.

El grupo sin embargo se separó en 2001, en su mejor momento. Oficialmente se tomaban un descanso, pero cada uno tomaría distintos rumbos. Galder y Joseba coincidirían con Fernando Sapo y Mikel Anestesia en Kuraia mientras que Xabi formaría Zura tras estar tocando con Anari. En 2003, en el décimo aniversario de la asociación de músicos Psilocybe de la que formaban parte se organizó un festival con bandas actuales y algunas que se juntaron para la ocasión, como fue el caso de Dut, cita a la que desgraciadamente no pude asistir. Desde entonces el silencio. En 2008 o 2009 hicieron un comunicado de disolución de la banda que publicaron algunos medios, esfuerzo que se podían haber ahorrado pues ya muchos sabíamos o temíamos tiempo atrás que la banda que nos había cautivado ya no tenía viso alguno de reencarnación. Pero su larga sombra aún hoy se puede ver en muchas bandas actuales, y son muchos los que han homenajeado de algún modo al trío de Hondarribia, al punto de existir una banda tributo llamada Tud.

El disco aún hoy sigue cosechando un gran éxito, pese al gravísimo sacrilegio que ha cometido el emporio Elkar con las posteriores reediciones. Hay que explicar previamente que en 2001 también desapareció Esan Ozenki Records dando paso al sello Metak. Pero este cierra iniciado 2006, ahogado en problemas económicos. La editorial/sello/fundación Elkar llega a un acuerdo con ellos para adquirir la práctica totalidad de su catálogo, con sus respectivos derechos. Así han seguido reeditando la mayoría de ellos, pero sin respetar el formato original de muchos. Aquellos discos que en su día se publicaron en digipack ahora son reeditados en la clásica caja de plástico, haciendo perder el encanto que emanaba de cada uno de ellos. Entre ellos se cuenta lamentablemente Askatu korapiloa, compuesto por un diseño elegante, tétrico y asfixiante que no evoca lo mismo en un embalaje de plástico aún más reducido.

Es por todo ello que al disco le doy mi voto para el disco euskaldun de la década pasada. Es un disco que se quedará ahí por siempre, e igualmente podrá decir que será de los mejores discos de la música moderna euskalduna, no muy lejos de clásicos de Mikel Laboa o Negu Gorriak.

Solo le saco una única pega al disco: no salió en vinilo. Un pecado mortal…



{2010/07/04}   Elfo Negro “Vitesse”

Elfo Negro “Vitesse”

LP+CD, 2010

Elfo Negro, DDT Banaketak e In My Heart Empire

 

Este es un disco que ha necesitado muchísimo tiempo de cocción, pues han pasado nada menos que seis años desde la publicación de su anterior trabajo.

Elfo Negro es otra banda con una dilatada trayectoria. Formadaa finales de los 90, comenzaron a hacer sonidos hardcore dignos de otras bandas como Münsterland o El Corazón del Sapo (durante mucho tiempo hubo quien les llamó El Corazón del Sapo II, pseudónimo que aborrecían). Son esos ritmos los que configuran a finales del año 2000 el disco debut homónimo, coproducido por la propia banda y DDT Banaketak. A medida que avanza el tiempo van configurándose nuevos rumbos, más oscuros y más rockeros aún con los cuales engendran su celebrado Márgenes a finales de 2004, disco que hasta la fecha ha sido su último trabajo. Tras muchísimos y memorables conciertos se ganaron un entregado público que ha coreado de inicio a fin las canciones del álbum, “Busco veneno”, “Bésame”, “Disparos”…

Pero el trayecto tuvo una parada técnica larga. Marti, el vocalista, iniciaba un largo viaje que le mantendría fuera más de un año y el resto decidiría esperarle, pero ello no quería decir que no quisiesen recordar a su público con un “Hasta pronto”. En enero de 2006 darían su último concierto en mucho tiempo y obsequiaron con un CD-R de título Cuidado, os avisamos, somos los mismos que cuando empezamos que contenía dos canciones nuevas.

Fueron dos años de silencio, pero continuo trabajo. Además de estar en otros proyectos (Los Brebes, Tr1c3, Cápsula, Pateando Porkería, Allnighters Club Band, Inserta y probablemente alguna otra banda que se me olvida), siguieron componiendo sin prisa, pero sin pausa. En mayo de 2008, con el retorno de Marti, dan el concierto de retorno, otra noche memorable, en el Ateneo Izar Beltz de Bilbo, junto a Inserta y Pateando Porkería, todo un conciertazo. Desde entonces, pese a no prodigarse, han seguido actuando y poco a poco iban asomándose al público más repertorio nuevo, era hora de registrarlo. Es finalmente el primero de Julio de 2010 cuando puede decirse que sale su nuevo trabajo, de nombre Vitesse (“velocidad” en francés). Si avanzamos a lo largo del disco nos encontraremos con un trabajo redondo, un círculo perfecto que va desde el primer segundo de la cara A hasta el último surco de la cara B. Además de regrabar los dos temas de Cuidado…, Kamiseta trapu bat da! y Raubzeug on the road (con la primera cometen el que en mi opinión es uno de sus escasos errores, el de abrir el disco con una canción ya quemada, para colmo, exactamente la misma con la que abrieron el mismo Cuidado…, aun siendo una grabación distinta, lo cual puede dar una sensación de déjà vu), encontraremos otros registros como La mujer maravilla, uno de los temazos del disco, Miedo en 16:9, Ulertzen?, El fango de sus alas, Dios no ha muerto o el Oxigeno con que nos insuflan al final del disco. Sin lugar a equivocaciones, su mejor grabación con diferencia.

Mere igualmente reparar en la presentación. Además de haber sido editado en vinilo, primera referencia de la banda en este cálido formato, el tamaño hace más llamativa su elegante portada. No sería igual la competición entre el corredor y la locomotora de haber sido en el libreto de un CD (se ve claramente en la galleta del CD), pero lo mejor es que al haberlo hecho en carpeta gatefold, carpeta doble, vamos, han jugado en el interior con similares imágenes con las que dejan uno de esos mensajes típicos de sus múltiples influencias filosóficas malévolas: Enjoy capitalism. Todo trazado con unos colores conjuntados elegantemente que lo hacen aún más atractivo. En el interior encontraremos un inserto en el que además de las letras, encontraremos unas curiosas diapositivas en las que aparecen corriendo los cien metros lisos, y debajo un último mensaje muy propio de ellos: “Antes de llegar a la meta, somos libres de elegir correr, andar, pasear, callejear, detenernos, mirar a los lados… pero nadie escapará de la misma photo finish. Sólo cambiarán nuestras velocidades, no nuestros destinos”.

El disco además, trae de regalo la versión en CD, para quien quiera el soporte digital. Y todo por diez miserables euros. ¿Qué más necesitas para hacerte con este discazo?



{2010/05/21}   Welcome to 1984

Welcome to 1984

LP, 1984

Maximum Rock’n’Roll

Lo que describimos a continuación es otro pedazo de historia, pues es uno de los recopilatorios más celebrados de la escena Hardcore-Punk internacional, y los perpetradores de esta dosis de historia son unos autores aún más históricos: los miembros del fanzine Maximum Rock’n’Roll.

Maximum Rock’n’Roll posiblemente será el fanzine o revista de la cultura underground más conocido del mundo, pues es una de las publicaciones más veteranas de la misma (si no es la más veterana), más de veinticinco años, de gran tirada y distribución mundial, ¡y para colmo sigue sacando nuevo numero mensualmente! Por sus páginas han pasado infinidad de bandas entrevistadas y discos reseñados.

Welcome to 1984 fue publicado el mismo año que nos señaló George Orwell en su celebrada distopía. Como explican en la contraportada, no fue casualidad la elección de la fecha, pues hacen una interesante reflexión en la que afirmaban que aún sin estar lo suficientemente cerca de la distopía a nivel social (cuestión que no termino de compartir, no creo que sea necesaria una civilización autocrática para llegar a la situación denunciada por el novelista), sí que se estaba más cerca de lo que muchos quisieran admitir tanto a nivel de control social y las tecnologías dirigidas a ello como, especialmente, en el aspecto psicológico e ideológico (pensamiento único, ausencia de cuestionamiento del poder…). No estaban de acuerdo con ello y recordando que había gente que se oponía a ello, hacían según sus palabras “una humilde aportación” presentando este recopilatorio.

¡Pero vaya aportación! Este disco ha pasado a la posteridad por la cantidad de nombres conocidos que contiene que sin embargo en la fecha de publicación eran más bien desconocidos. El recopilatorio se hizo a base de los contactos hechos por el fanzine por todo el globo, cintas recibidas, canciones de singles… En la lista de bandas encontramos las siguientes entre otras muchas: Terveet Kädet, Olho Seco, Icons of Filth, Rattus, Raw Power, B.G.K., Frites Modern, The Stalin o Upright Citizens. Incluso Euskal Herria tuvimos representación, pues mira tu por donde, ¡en el recopilatorio aparecen RIP con la entonces inédita y soberbia Antimilitar! Como reconocieron en distintas entrevistas, su aparición se debió a las gestiones de sus amigos de los fanzines Destruye y Penetración, y que gracias a ello se hicieron bastante conocidos internacionalmente, como demostraban las cartas que recibían pidiéndoles material. Lo que oiremos principalmente en este recopilatorio es el primigenio sonido del Hardcore-Punk en su extensión. Bandas de todo el mundo, finlandesas, brasileñas, japonesas, italianas, y de sitios que nos recuerdan la fecha de publicación, como Yugoslavia o la Alemania Occidental.

Bueno, ¿y por qué menciono ahora recopilatorio tan añejo? ¡Pues porque el fanzine ha reeditado el recopilatorio para celebrar el veinticinco aniversario de su publicación! Ahora tenéis ocasión de haceros con semejante disco y para colmo a un precio ridículo, pues aquí mismo, en Gatazka Gunea de Bilbo me lo he encontrado por 10,50 euros. Disco absolutamente recomendable.

Para que os hagáis una idea, aquí tenéis el tema Chicken farm de The Stalin:

Y el tema Je Bent een Puist in Mij Nek de Frites Modern:



et cetera